Reconstrucción mamaria
Comprende esta condición y sus tratamientos eficaces.
Reconstrucción mamaria
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La reconstrucción mamaria postmastectomía es una opción quirúrgica que ayuda a devolver la forma, el volumen y el contorno del pecho a aquellas pacientes que han sufrido una mastectomía debido al cáncer de mama u otras condiciones. Esta cirugía no solo tiene un impacto estético, sino también emocional y psicológico, ya que permite que la mujer recupere su imagen corporal y, en muchos casos, la confianza en sí misma. Cada vez más mujeres optan por la reconstrucción mamaria gracias a los avances en las técnicas quirúrgicas, que garantizan resultados naturales y satisfactorios.
¿Qué es la reconstrucción mamaria postmastectomía?
La reconstrucción mamaria postmastectomía es un procedimiento quirúrgico que tiene como objetivo restaurar la forma y el volumen del pecho después de una mastectomía, que es la extirpación total o parcial de la mama a causa de enfermedades como el cáncer. Esta intervención puede realizarse en el mismo momento que la mastectomía (reconstrucción inmediata) o bien tiempo después (reconstrucción diferida). Las técnicas para llevarla a cabo varían según las características de cada paciente, y los cirujanos pueden utilizar implantes o el propio tejido de la paciente para recrear la mama.
Mientras que hace unos años se optaba principalmente por intervenir el pecho afectado por la mastectomía, hoy en día el enfoque ha cambiado y la cirugía suele afectar a ambas mamas para conseguir un resultado más armonioso y natural.
Además, la reconstrucción puede incluir la recreación del pezón y la areola. El objetivo es que la paciente se sienta a gusto con su imagen corporal.
Cirugía de reconstrucción mamaria
La cirugía de reconstrucción mamaria se realiza generalmente bajo anestesia general. Dependiendo de la técnica elegida, el procedimiento puede durar entre 2 y 8 horas. Además, en los casos en los que se utilicen colgajos, el tiempo quirúrgico puede extenderse más debido a la complejidad del procedimiento. La estancia en el hospital dependerá de la técnica utilizada y la recuperación de la paciente, pero lo más habitual es una estancia de entre 1 y 5 días.
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Tipos de reconstrucción mamaria
Existen diversas técnicas quirúrgicas para realizar la reconstrucción mamaria. La elección de una u otra depende de factores como el estado de los tejidos, si la paciente ha recibido radioterapia, las preferencias de la paciente y las recomendaciones del equipo médico. Cada técnica ofrece ventajas específicas, que se deben evaluar cuidadosamente.
Reconstrucción con implantes
La reconstrucción con implantes es una de las técnicas más comunes. Consiste en utilizar una prótesis de silicona o solución salina para recrear el volumen del pecho. Existen diferentes maneras de llevar a cabo este procedimiento:
- Reconstrucción inmediata con implantes: En este caso, durante la misma cirugía de la mastectomía, se coloca el implante directamente o, si no es posible, se utiliza un expansor tisular. Este expansor es una prótesis temporal que se coloca debajo del músculo pectoral y se va llenando progresivamente con suero fisiológico en varias sesiones ambulatorias, lo que permite que la piel y los tejidos se estiren de forma gradual. Una vez que se ha alcanzado el tamaño adecuado, el expansor se reemplaza por un implante definitivo.
- Reconstrucción diferida con implantes: Cuando no se realiza la reconstrucción de inmediato, el proceso se inicia después de que la paciente haya completado su tratamiento de quimioterapia o radioterapia. En estos casos, también puede ser necesario el uso de un expansor antes de colocar el implante definitivo.
Esta técnica es menos invasiva que el uso de tejidos autólogos (propios), y el tiempo de recuperación suele ser más corto. Sin embargo, en pacientes que han recibido radioterapia, la calidad de la piel puede verse afectada, lo que puede complicar el uso de implantes. En estos casos, otras técnicas como el uso de colgajos o mallas biocompatibles pueden ser una mejor opción.
Reconstrucción con colgajo (DIEP, TRAM, dorsal ancho)
La reconstrucción con colgajo es una técnica que utiliza tejidos del propio cuerpo de la paciente para crear una nueva mama. Este procedimiento puede ser más invasivo, ya que requiere extraer piel, grasa y, en algunos casos, músculo de otras partes del cuerpo, como el abdomen, la espalda o las nalgas. Es una opción ideal para aquellas pacientes que no desean utilizar implantes o que tienen contraindicación para ellos, como el caso de mujeres que han recibido radioterapia.
- Colgajo DIEP: Esta técnica utiliza piel y grasa del abdomen sin afectar el músculo abdominal. Se extraen los vasos sanguíneos junto con el tejido, lo que permite mantener la irrigación del colgajo mediante microcirugía. Esta opción ofrece resultados muy naturales, tanto en la apariencia como en el tacto, y permite evitar las complicaciones asociadas con los implantes, como el encapsulamiento o la necesidad de reemplazarlos en el futuro. Además, al utilizar grasa propia, el pecho evolucionará con los cambios de peso de la paciente a lo largo del tiempo. Otra ventaja de esta técnica es que mejora la apariencia del abdomen, ya que se retira el exceso de tejido, lo que se asemeja a una abdominoplastia.
- Colgajo TRAM: Similar al DIEP, pero en este caso se transfiere no solo la piel y grasa del abdomen, sino también una porción del músculo recto abdominal. Este procedimiento es más invasivo y puede provocar debilidad en la pared abdominal, aunque sigue siendo una opción válida para mujeres que desean un resultado natural sin implantes.
- Colgajo dorsal ancho: Utiliza tejido de la espalda (músculo dorsal ancho) para reconstruir la mama. A menudo se combina con un implante para proporcionar suficiente volumen en el pecho. Esta técnica es especialmente útil cuando no se puede utilizar el tejido del abdomen, pero tiene como desventaja que se extrae músculo, lo que puede afectar la movilidad en algunos casos.
Estas técnicas de colgajos son más complejas que las que utilizan implantes y requieren mayor experiencia quirúrgica. Además, la recuperación puede ser más prolongada debido a la necesidad de cicatrización en múltiples áreas del cuerpo. Sin embargo, ofrecen resultados duraderos y más naturales.
Lipofilling o injerto de grasa
El lipofilling, también conocido como injerto de grasa autóloga, es una técnica en la que se extrae grasa de otras partes del cuerpo de la paciente mediante liposucción (habitualmente del abdomen, muslos o caderas), se procesa y se inyecta en el área del pecho para recrear el volumen perdido o corregir deformidades como consecuencia del tratamiento del cáncer. Esta técnica es muy versátil y se utiliza tanto como procedimiento principal de reconstrucción en mujeres que han pasado por mastectomías parciales, como de forma complementaria a otras técnicas para mejorar el contorno o corregir asimetrías.
El lipofilling tiene varias ventajas:
- Utiliza tejido propio, lo que elimina el riesgo de rechazo o complicaciones asociadas a los implantes.
- La grasa inyectada mejora la calidad de los tejidos dañados por la radioterapia, favoreciendo la regeneración.
- Es una opción mínimamente invasiva, con cicatrices muy pequeñas, y permite realizar ajustes de forma gradual en varias sesiones si es necesario.
Se debe tener en cuenta que no siempre se puede inyectar la cantidad necesaria de grasa en una sola sesión, por lo que puede requerir varias intervenciones para lograr el volumen deseado.
Mallas biocompatibles
Las mallas biocompatibles son una innovación relativamente reciente en el campo de la reconstrucción mamaria y han demostrado ser una herramienta eficaz, especialmente en pacientes que han recibido radioterapia o tienen una calidad de tejidos comprometida. Estas mallas acelulares, también conocidas como matrices biológicas, están hechas de materiales como el pericardio animal o materiales sintéticos, y se colocan en la mama para reforzar los tejidos y proporcionar un soporte adicional al implante o tejido autólogo.
Algunas de las ventajas de las mallas biocompatibles son:
- Soporte adicional: Actúan como una especie de “refuerzo” que ayuda a sostener el polo inferior del pecho, lo que es fundamental en pacientes que han perdido gran parte de la piel o el músculo debido a la mastectomía.
- Compatibilidad: Se integran bien con el cuerpo y estimulan una respuesta regenerativa que mejora la calidad de los tejidos.
- Prevención de complicaciones: Disminuyen el riesgo de complicaciones como la malposición del implante, el encapsulamiento o la extrusión, especialmente en mamas irradiadas.
Estas mallas se colocan habitualmente en combinación con prótesis o expansores, aunque también pueden utilizarse con lipofilling. Su principal inconveniente es el costo, que puede ser elevado y no siempre está cubierto por los sistemas de salud. No obstante, su capacidad para mejorar los resultados en casos complejos las convierte en una opción muy valorada por cirujanos especializados.
Postoperatorio y recuperación
El postoperatorio variará según la técnica utilizada, pero en términos generales, la paciente puede regresar a su vida cotidiana en un plazo de 4 a 6 semanas. Sin embargo, algunos aspectos importantes a tener en cuenta durante la recuperación son:
- Evitar actividades físicas intensas durante las primeras semanas.
- Seguir las recomendaciones médicas sobre el cuidado de las cicatrices y los drenajes.
- Usar prendas de compresión si es necesario, para favorecer la cicatrización y reducir la hinchazón.
Preguntas frecuentes sobre la reconstrucción mamaria
¿Cuándo se puede realizar la reconstrucción mamaria?
La reconstrucción puede ser inmediata, durante la misma cirugía que la mastectomía, o diferida, realizándose tiempo después.
¿La reconstrucción mamaria afecta el tratamiento del cáncer?
No. La reconstrucción no interfiere con la evolución del cáncer ni con los tratamientos posteriores, como la quimioterapia o la radioterapia.
¿Se puede realizar mamografías después de la reconstrucción?
Sí, es posible. Es importante informar al radiólogo sobre la cirugía previa para un adecuado diagnóstico.
¿Cuánto tiempo tarda la recuperación?
La mayoría de las pacientes puede retomar sus actividades cotidianas entre 4 y 6 semanas después de la cirugía.